El insomnio es un problema muy común en la población. Se define como la dificultad en conciliar o mantener el sueño lo suficiente como para descansar adecuadamente. Las personas que sufren de insomnio pueden tener los siguientes síntomas:

  • Dificultades para conciliar el sueño
  • Despertares frecuentes a lo largo de la noche
  • Despertar precoz e incapacidad para conciliar el sueño posteriormente
  • Sensación de no haber descansado adecuadamente la noche anterior
  • Cansancio, irritabilidad, dificultad de concentración

Episodios ocasionales de insomnio no tienen consecuencias graves. Sin embargo, si los síntomas persisten durante meses o años pueden afectar la calidad de la vida, el estado anímico, las relaciones interpersonales y la actividad profesional. También está relacionado con el desarrollo de patologías como la hipertensión, diabetes y obesidad.

 

¿Cuáles son las causas del insomnio?

Hay muchas causas del insomnio, incluyendo:

  • Entorno para dormir desfavorable – Cama incómoda, mucho ruido o luz, temperatura inadecuada…
  • Modo de vida – Trabajos por turnos, jet-lag, ingesta de alcohol o cafeína…
  • Trastornos psicológicos – Depresión, ansiedad, estrés…
  • Medicación – Antidepresivos, antiepilépticos, corticoides…
  • Antecedentes médicos – Dolor crónico, enfermedades respiratorias (como el Síndrome de Apneas/hipopneas del Sueño), enfermedades neurológicas (demencia, enfermedad de Parkinson, síndrome de piernas inquietas, traumatismos cráneo-encefálicos, encefalopatías, etc)

 

Tratamiento del insomnio

Hay muchas medidas que se pueden implementar para mejorar el insomnio. La terapia más eficaz es la cognitivo-conductual, que puede resolver hasta un 70% de los insomnios. Esta se centra fundamentalmente en mejorar los hábitos de sueño, incluyendo evitar el alcohol, la cafeína, las comidas pesadas o el ejercicio físico antes de dormir, mejorar las condiciones del dormitorio, evitar los aparatos electrónicos y crear una rutina regular para dormir que ayude a restablecer un correcto ciclo sueño-vigilia.

Si el paciente sufre de un insomnio severo a pesar de llevar a cabo las medidas descritas, es fundamental llevar a cabo un estudio etiológico, descartando posibles causas neurológicas o respiratorias subyacentes. En ocasiones será necesario instaurar tratamiento farmacológico durante un corto período de tiempo, para evitar la tolerancia y dependencia a estos fármacos, que se asocian a un mayor riesgo de caídas, reflujo gastro-esófagico, apneas e incluso al desarrollo de demencia tipo Alzheimer.