La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central cuya principal característica es la muerte progresiva de neuronas en una parte del cerebro denominada sustancia negra. Esto origina una marcada disminución en la disponibilidad cerebral de dopamina, la cual tiene un papel fundamental en la regulación de los movimientos corporales. La consecuencia son los síntomas de la enfermedad de Parkinson:
- Temblor
- Lentitud de los movimientos
- Rigidez
- Pérdida de los reflejos posturales
- Alteración de la marcha
- Depresión y ansiedad
- Insomnio
- Alteraciones de la memoria
- Pérdida de olfato
- Problemas para tragar
- Problemas para orinar y estreñimiento
- Disfunción eréctil
- Sudoración excesiva
- Salivación excesiva
Causas de Enfermedad de Parkinson
No existe una causa única para desarrollar la EP, existiendo casos familiares con anomalías genéticas conocidas y otros casos en los que una conjunción de factores genéticos y ambientales serían los responsables de la muerte neuronal.
¿A quién afecta?
La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente (después de la enfermedad de Alzheimer), afectando mayoritariamente a personas mayores de 50 años. Hasta un 5% de los casos son considerados familiares, presentando los síntomas típicamente en edades más tempranas.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, y se alcanza a través de la historia clínica y una exploración neurológica exhaustiva. Si los síntomas son sutiles el diagnóstico puede ser complicado, teniendo en cuenta que otras entidades como las enfermedades cerebrovasculares, el temblor esencial o incluso la ingesta de determinados fármacos pueden cursar con síntomas similares. En estos casos las pruebas de imagen, como el DaTscan o la ultrasonografía Doppler pueden ayudar. En ocasiones también se pueden realizar ensayos terapéuticos con dopamina, con la finalidad de apoyar el diagnóstico si existe una respuesta terapéutica favorable.
Tratamiento de la Enfermedad de Parkinson
Actualmente no existe una cura definitiva para la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, los tratamientos disponibles ayudan a aliviar los síntomas y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente. Estos incluyen:
- Fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional
- Medicación: Existen numerosos fármacos cuyo objetivo es incrementar, sustituir o potenciar la dopamina del cerebro, incluyendo la levodopa, agonistas dopaminérgicos e inhibidores de la monoaminooxidasa B.
- Estimulación cerebral profunda: Esta opción quirúrgica se considera en aquellos pacientes que no responden o tienen complicaciones derivadas del tratamiento médico, con una repercusión marcada en su calidad de vida y con un riesgo quirúrgico menor (en general <70 años). Esta cirugía puede mejorar sustancialmente los síntomas del paciente, permitiendo incluso reducir la dosis del tratamiento médico.